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En Valle de Bravo existen diversos lugares para hospedarse. De hecho, una de las ventajas del destino es su hotelería.

La solución ideal dependerá del tipo de vacaciones que vaya a realizar porque, a pesar de ser un pueblo pequeño y encantador, Valle está perfectamente separado en zonas según sus intereses.

Lo primero que hay que decidir: Hotel en la ciudad o en los alrededores

Esta es una consideración crucial al elegir un hotel en Valle de Bravo. La primera decisión a tomar es si el visitante desea hospedarse en la ciudad propiamente dicha o en alguna de las comunidades cercanas.

El automóvil y el motivo del viaje son los dos aspectos clave que lo determinarán. Si se aloja en una ciudad, lo mejor es elegir un hotel con estacionamiento para poder dar un paseo caminando en vez de estar sentado en el tráfico durante mucho tiempo.

La vista al bosque o al lago será la opción ideal si su objetivo es explorar las atracciones turísticas cercanas o alejarse de las multitudes, apreciar la naturaleza y simplemente caminar hasta la ciudad para comer o ir de compras.

Las razones por las cuales los viajeros desean hospedarse en el centro de Valle de Bravo son:

No poseen vehículo.
Sienten curiosidad por Valle de Bravo y lo visitan por primera vez.
Les gusta salir los fines de semana y son de carrera larga.
Les gusta pasear siempre que pueden.

¿Cuándo se recomienda alojarse en los alrededores de la ciudad?

Cuando una pareja está de vacaciones y quiere estar sola.
Si están de visita para contemplar el paisaje.
Cuando se viaja con una familia numerosa o en grupo,

La ubicación es el siguiente punto de decisión

A pesar de tener más de 100 hoteles, puede ser difícil, pero no imposible, encontrar un lugar para quedarse en Valle de Bravo durante fines de semana largos o días festivos sin hacer reservaciones con anticipación.

Elegir el hotel

Hoteles en la zona turística: conozca la ciudad

Si nunca ha estado en Valle de Bravo, le conviene hospedarse en la ciudad encantada para conocer sus principales atractivos a pie. Lo más importante es elegir un hotel con estacionamiento si tiene coche.

Hoteles en los alrededores de la ciudad

Aunque menos abundante y más caro que el alojamiento en la ciudad, el campo de los alrededores ofrece características interesantes y vistas impresionantes.

Es absolutamente necesario disponer de coche en esta zona; de lo contrario, habrá que emplear transporte público o taxis.

Hoteles en el barrio de los artesanos

Le damos este nombre por estar más cerca de los talleres de alfarería y del Mercado de Artesanías, ambos abiertos al público y con venta de productos.

Por ser la ubicación más cercana a la Deportiva, una urbanización en el centro del bosque con una pista de atletismo con vistas al lago, canchas y senderos para bicicletas de montaña que definitivamente vale la pena conocer, ésta es la opción ideal si su itinerario de vacaciones incluye entrenamiento o ejercicio.

Como el corazón de la ciudad está a 15-20 minutos a pie, los hoteles de este barrio son la opción ideal para las personas que tienen vehículo.

El clima en Valle de Bravo es excelente casi todo el año; el sol calienta las calles de la ciudad y es acompañado por una refrescante brisa proveniente del lago; esto lo convierte en el lugar perfecto para dar un paseo en lancha o caminar por las calles de la zona, las cuales están repletas de tiendas de artesanías y restaurantes de comida local y extranjera.

Las calles están repletas de mansiones, galerías de arte y tiendas que venden una gran variedad de artículos, como muebles, ropa y recuerdos. Algunos de sus atractivos son la Alameda, restaurantes, iglesias y museos.

Hay muchas cosas diferentes que hacer, como esquí acuático, paseos en barco y pesca. Ir en un barco de recreo, donde se puede disfrutar de comida y música en buena compañía y bebiendo, es un gran atractivo para las personas que no desean participar en actividades deportivas acuáticas. Los restaurantes flotantes, que ofrecen una amplia variedad de deliciosa cocina, son otra opción que se suma a la belleza escénica del lago.

Valle de Bravo ha sido bautizado como Pueblo Mágico en un esfuerzo por elevar el valor de un destino que atrae a miles de turistas cada año y que es bello en un seductor y rico sentido arquitectónico, cultural y tradicional.

Está rodeado de un espectro de leyendas e historias mágicas que se palpan en sus calles, hoteles y espacios naturales como el jardín El Pino, donde destaca un impresionante Ahuehuete de 600 años de antigüedad que ha sido objeto de numerosos estudios y que ornamenta el Barrio de Santa María Ahuatcatlán, donde se celebró la primera misa en 1530.

El zócalo, donde el paisaje está adornado con quioscos y portales, es un buen lugar para iniciar un paseo por Valle de Bravo. Al Guisante se llega subiendo por la calle Independencia, y la mayoría de los turistas pueden subir a él para obtener a cambio una vista impresionante de Valle de Bravo. Para los fotógrafos, las montañas, el lago y el atardecer hacen una hermosa mezcla.

La Reserva de Monte Alto es un área natural protegida ubicada en la parte más virgen y natural del municipio de Valle de Bravo. El ciclismo de montaña es el pasatiempo preferido en este remanente de naturaleza. Como la ruta incluye una vista natural poco común de pinos y se puede ver el lago en la cima, es un paseo particularmente atractivo para los aficionados a este deporte. El recorrido es de unos veinte kilómetros.

Todo tipo de personas son bienvenidas, ya que los parques suelen ofrecer zonas de juego donde los niños pueden quemar algo de energía mientras los padres se relajan en un asiento o a la sombra de un árbol. Hay muchas actividades al aire libre disponibles para los jóvenes en busca de ocio o actividad deportiva. Para los aficionados al golf, también hay campos de golf.

Para gustos y presupuestos variados, los restaurantes y pubs ofrecen diversas opciones gastronómicas. Los paseos atraen a personas de todas las edades, ya que el entorno y los comercios pueden seducir a público de toda condición. Actividades como la vela, el kayak o el esquí animan a las familias a pasar su tiempo libre.

Con su mística, encanto y atractivos naturales y culturales, Valle de Bravo ha despertado interés a escala mundial. El pueblo se ha convertido en una comunidad que recibe a estadounidenses, alemanes, franceses, españoles, chilangos y de otras nacionalidades. Ofrece a los turistas actividades y una tranquilidad todo el año que ninguna gran ciudad puede igualar.